El 996 regresa a Silicon Valley
El concepto del “996”, trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días por semana, nació en el ecosistema tecnológico chino, y hoy empieza a hacerse un espacio en Silicon Valley. En medio de la carrera por la inteligencia artificial y el resurgir de la “tecnología dura”, este modelo no solo refleja una cultura laboral exigente, también se presenta como un sello de identidad para quienes quieren progresar profesionalmente y demostrar compromiso en un mercado hipercompetitivo.
Un símbolo de velocidad y compromiso
A lo largo de las últimas semanas, publicaciones en LinkedIn y X de ingenieros, fundadores y ejecutivos de San Francisco han popularizado el término. Incluso algunas startups han comenzado a incluir explícitamente expectativas de semanas laborales largas en sus descripciones de puesto. Para muchos, no es tanto una obligación sino una declaración de principios: trabajar más define quién realmente está dispuesto a competir.
El 996 encarna lo que algunos analistas describen como “alta intensidad con propósito”. Silicon Valley ya vivió episodios similares en los sesenta con la industria de semiconductores o en los noventa con las maratones de programación. Hoy, en plena ola de inversión masiva en inteligencia artificial, la velocidad de ejecución es quizá el principal factor que separa a los ganadores de quienes quedan rezagados.
Ventajas para inversionistas y emprendedores
El auge del 996 no solo impacta en la cultura laboral, también introduce dinámicas que son relevantes para fondos de Venture Capital y Private Equity:
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Equipos más comprometidos y productivos. La disposición a asumir jornadas largas permite acelerar roadmaps, alcanzar milestones más rápido y generar tracción atractiva para rondas posteriores.
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Señal reputacional positiva. Demuestra a inversionistas que los fundadores y sus equipos están dispuestos a ir más allá de lo convencional, generando confianza en su determinación.
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Captura de oportunidades estratégicas. En sectores de frontera como la IA, donde las ventanas competitivas son cortas, la cultura de trabajo extendido puede marcar la diferencia en ejecución y time-to-market.
Startups que adoptan el 996 en Silicon Valley
- Mercor (San Francisco): El CEO Brendan Foody declaró abiertamente en X (antes Twitter) que la empresa adoptó el horario 996 durante la actual “guerra del AI”. Mercor, dedicada a conectar a desarrolladores con grandes proyectos de IA, incluso especifica jornadas de seis días en sus ofertas laborales, con la opción de trabajo remoto solo los sábados. La cultura interna privilegia el alto rendimiento y fomenta el descanso solo los domingos, integrando la mentalidad “workaholic” en la propuesta de valor del equipo fundador.
- Cognition: Esta startup que desarrolla el ingeniero de software de IA “Devin” lleva el modelo más allá del 996. Los empleados —muchos viviendo en la mansión Atherton utilizada como oficina y residencia— trabajan habitualmente más de 72 horas a la semana, y tras adquirir un competidor, el CEO Scott Wu ofreció compensaciones a aquellos que no compartían esa cultura para que se retiraran con nueve meses de sueldo. El mensaje es claro: el rendimiento extremo es parte del ADN empresarial, y ser transparente en el proceso de contratación evita sorpresas posteriores.
- Sotira (AI Logística): La CEO Amrita Bhasin sostiene que seguir el 996 es prácticamente indispensable para los fundadores en los primeros dos años de una startup. Bhasin diferencia entre los niveles de exigencia para fundadores y para empleados, sugiriendo que el 996 es opcional, pero que los líderes deben asumirlo en favor del crecimiento.
- Fella & Delilah (Telemedicina): El fundador Ritchie Cartwright comunicó a sus empleados por LinkedIn una transición a 996, ofreciendo incentivos salariales y más equity para quienes aceptaran el horario. Alrededor del 10% de la plantilla se adhirió voluntariamente.
- Rilla (AI Commerce): Publicó ofertas laborales solicitando explícitamente ingenieros dispuestos a trabajar 70 horas semanales, con un rango salarial elevado y equipo altamente ambicioso. La adopción de este modelo busca acelerar la innovación y mostrar a los inversionistas la seriedad del proyecto.
Perspectiva de fondos y actores de Venture Capital
- Will Gao, Rilla: El responsable de crecimiento en Rilla señala que existe una subcultura de jóvenes fundadores y empleados que crecieron admirando a Jobs y Gates, y hoy adoptan el 996 con entusiasmo, buscando replicar el éxito de estos referentes.
- Redpoint Ventures: Atli Thorkelsson, vicepresidente de Redpoint, señala que los mejores talentos tienden a trabajar seis días por semana de forma espontánea cuando sienten pasión por el proyecto, independientemente de si la expectativa se comunica explícitamente en las entrevistas. La “intensidad” se valora como signo de compromiso, aunque el 996 sigue siendo una decisión individual.
- Notable Capital: Jen Holmstrom, partner, destaca que está viendo cláusulas 996 en contratos de startups de IA durante procesos de búsqueda ejecutiva. Para los socios de capital, transmitir intensidad y compromiso puede ser una ventaja competitiva para atraer talentos alineados con la velocidad del mercado.
Razónes detras de la adopción
- Competencia global por IA: La rivalidad con China tras la aparición de modelos como DeepSeek empuja a los equipos estadounidenses a igualar exigencia laboral para no perder liderazgo.
- Rondas de inversión y recortes: La presión sobre los sobrevivientes de las olas de despidos y la necesidad de demostrar tracción rápida hacen que el 996 sea visto como un modelo viable y necesario para mostrar ejecución implacable ante los fondos.
Lo que significa para fundadores de habla hispana
Para emprendedores en Latinoamérica y España, la conversación sobre el 996 es relevante por dos razones clave:
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Proyección internacional. Entender la cultura laboral de Silicon Valley es crítico al momento de expandirse o levantar capital de fondos globales. Los inversionistas comparan no solo métricas, sino también intensidad y mentalidad del equipo fundador.
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Diseño de cultura competitiva. Adoptar un enfoque de alta exigencia, adaptado a los marcos laborales locales, puede ser una ventaja. No necesariamente replicar el 996 de manera literal, sino transmitir a los equipos y al mercado que se está dispuesto a competir sin concesiones.
El futuro del 996 en la industria tecnológica
Más que una moda pasajera, el 996 puede consolidarse como una norma cultural en el nuevo Silicon Valley, donde la narrativa del sacrificio y la ambición extrema vuelve a ocupar un lugar central. Para los empleados, es una forma de demostrar seriedad y pertenencia al círculo de mayor intensidad tecnológica. Para los inversores, es un indicador de equipos alineados con la exigencia del momento histórico que vive la innovación global.
Lejos de ser solo un horario, el 996 es ya un emblema de lo que significa construir, correr y arriesgar todo en el epicentro de la competencia tecnológica mundial.